miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mirza – Iron Compass Flux

MirzaIron Compass Flux (1998)

¡Que raro! Supongo que Mirza es de esos grupos que deben constituir un hallazgo fortuito. Debo decir que mi hallazgo, se ha de comparar con la inolvidable revelación que significó para mí, haber tropezado por azar con Godspeed You Black Emperor! antes de que movieran el signo de exclamación; ambos tan turbulentos y contemporáneos. La fuente donde lo encontré menciona una revista donde se menciona el descubrimiento también por coincidencia, incluyo su relato en el archivo que subí.

Esta desbordada satisfacción que me dio al estar escuchando su tormentosa música se vio destruida por una falla de audio, en la codificación de la pista 01. The Path Is White Clouds, una de las más desgarradoras. Con la úlcera en la boca del estómago comencé a buscar otros medios para sustituir mi úlcera por cáncer; hasta que lo logré. El cover art constituyó otra aventura enlodada en la inmensidad de la red; si crees lo contrario trata de buscar una imagen mejor que esta, además, están editadas cada una de las pistas con metadatos a la perfección.

Como sea, digo todo esto porque es un discazo que habiendo hecho todo lo enunciado anteriormente sólo hace falta escucharlo; dejarte golpear dentro de su tasajeante tormenta instrumental.

“Hundido de nuevo en el abismo de la venganza insatisfecha, se disponía ya Kohlhaas a ordenar a su gente que le prendiera fuego al monasterio, cuando estalló un trueno espantoso y cayó un rayo a su lado. (…) Kohlhaas recapacitó un momento, mientras un repentino aguacero apagó las antorchas haciendo restallar el agua contra el empedrado. De nuevo un agudo dolor traspasó aquel pecho desgraciado y, haciendo un rápido saludo a la abadesa, picó espuelas gritando a su gente:

–¡Seguidme, amigos! ¡El de Tronca está en Witenberg!” Heinrich von Kleist, Miguel Kohlhaas.

Un saludo.

1 comentario:

Predicador Moral dijo...

la música no se disfruta, se vive!!! qué suave que tu te llenes tanto como yo de ese verdadero placer... sin duda en la metafísica de la sonoridad hay algo divino...
del disco sin duda éste es crudo, magnificamente crudo!