lunes, 30 de noviembre de 2009

Frakkur – Songs for the little boy (extra tracks)

Frakkur – Songs for the little boy (extra tracks) (2008)

Cuando se produce una química tan intensa entre un músico y un artista visual, como en el caso The Books, el devenir se hace evidente tanto en un trabajo musical lleno de texturas y conceptos como en un trabajo visual que expresa y amplia una postura frente a la concepción musical, se llaga con esto a un límite más allá de ilustrar la música, se trata de crear comuniones que, en estado de potencia, se desbordan ante el poder de la creación de autor.

Es así, desde que Jónsi Birgisson se ha involucrado con el artista visual Alex Somers, Jónsi ha producido música hacia nuevas perspectivas que no había concebido en sus trabajos con Sigur Rós y Amiina.

Este disco lo puedo relacionar inmediatamente con algunos pasajes del grupo The Books, ambos usan un sonido tan orgánico, que es difícil pensar que la mayor parte es producido desde el ordenador, en ambos hay una constante remembranza hacia la niñez tanto una nostalgia e implicación con el problema de la memoria.

Los dos trabajos con tanta intensidad, el proceso conceptual y el devenir que puede producirse entre un músico y un artista visual, no en un diálogo sino en una complicidad.

Un trabajo genial al que le he agregado dos tracks (11. Untitled [Live in Reykjavík] y 10. Untitled [Laptop Version]) de Jónsi que conseguí por allí, que son dos trabajos previos al disco que a continuación les ofrezco.

“I don’t know why we (Jónsi & Alex) like all that old and dusty stuff in decay.” Jónsi Birgisson

Un saludo.

O SFa

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mirza – Iron Compass Flux

MirzaIron Compass Flux (1998)

¡Que raro! Supongo que Mirza es de esos grupos que deben constituir un hallazgo fortuito. Debo decir que mi hallazgo, se ha de comparar con la inolvidable revelación que significó para mí, haber tropezado por azar con Godspeed You Black Emperor! antes de que movieran el signo de exclamación; ambos tan turbulentos y contemporáneos. La fuente donde lo encontré menciona una revista donde se menciona el descubrimiento también por coincidencia, incluyo su relato en el archivo que subí.

Esta desbordada satisfacción que me dio al estar escuchando su tormentosa música se vio destruida por una falla de audio, en la codificación de la pista 01. The Path Is White Clouds, una de las más desgarradoras. Con la úlcera en la boca del estómago comencé a buscar otros medios para sustituir mi úlcera por cáncer; hasta que lo logré. El cover art constituyó otra aventura enlodada en la inmensidad de la red; si crees lo contrario trata de buscar una imagen mejor que esta, además, están editadas cada una de las pistas con metadatos a la perfección.

Como sea, digo todo esto porque es un discazo que habiendo hecho todo lo enunciado anteriormente sólo hace falta escucharlo; dejarte golpear dentro de su tasajeante tormenta instrumental.

“Hundido de nuevo en el abismo de la venganza insatisfecha, se disponía ya Kohlhaas a ordenar a su gente que le prendiera fuego al monasterio, cuando estalló un trueno espantoso y cayó un rayo a su lado. (…) Kohlhaas recapacitó un momento, mientras un repentino aguacero apagó las antorchas haciendo restallar el agua contra el empedrado. De nuevo un agudo dolor traspasó aquel pecho desgraciado y, haciendo un rápido saludo a la abadesa, picó espuelas gritando a su gente:

–¡Seguidme, amigos! ¡El de Tronca está en Witenberg!” Heinrich von Kleist, Miguel Kohlhaas.

Un saludo.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Louis Sclavis Sextet - Les violences de Rameau

Louis Sclavis Sextet - Les violences de Rameau

Con un Jazz denso y convulsivo el clarinetista y saxofonista francés Louis Scalvis ha logrado un gran reconocimiento en la escena contemporánea, mismo que lo ha llevado a ganar el premio Premio Django Reinhardt, a trabajar estrechamente con genios como John Zorn y Peter Brötzmann, gracias a ese gran ímpetu creativo y experimental que ha mostrado desde sus inicios, en los que tomó el clarinete por ser el único instrumento para el que pudo tomar clases cerca de su casa.

En su proyecto Les violences de Rameau de 1966 ejerce uno de los puntos clímax de su trayectoria, uno de sus primeros trabajos en donde ya se hace evidente la propuesta que Sclavis pretende desarrollar a partir de preocupaciones más autónomas respecto a su postura musical y compositiva, al menos en las dos (2 y 7) magníficas piezas que compone para el sexteto.

Irrupciones musicales entre el piano de François Raulin y el trombón de Yves Robert que se ven moderadas por la batería de Francis Lassus. El frenesí de la secuencia generalmente se presenta cuando Dominique Pifarély le saca rock al violín eléctrico que, a su vez funciona a contrapunto frente al clarinete bajo de Sclavis.

Un jazz lleno de gracia y poder.

“Sometimes I tell my students to just walk. They to put down the clarinet and just walk because haw they walk is haw thy play. Some people don’t even know how to walk, and your sound is who and what you are (mp3)” Louis Sclavis

"Le désespoir et toutes les passions qui portent à la fureur demandent des dissonances de toutes espéces non préparées. (flac)" Jean-Philippe Rameau


Artist's web

Saludos.