viernes, 26 de marzo de 2010

Joe McPhee – Alto

Joe McPhee – Alto (2009)


Joe McPhee

Hace unos años, cuando aún me podían considerar un niño, mientras mi madre lavaba la ropa en el lavadero del pórtico, mi padre comentándole no sé que cosas de su trabajo, interrumpió con sobresalto “mira amor, una ardillita. Allí junto al ciruelo”, a lo que mi madre respondió enérgicamente mientras azotaba la ropa sobre el charquito de agua y espuma, “¡cuál ardillita si es una rata!”. Mi padre, en sandalias y short, con su acostumbrada voz imperativa, cual capitán de guerra que manda a uno de sus soldados, me ordena “mátala, rápido”, a lo que tomé con rapidez y habilidad la escoba y me hice pendejo. En ese momento recordé todo lo que había aprendido en mi enciclopedia ilustrada de animales, lo que más recuerdo es el repugnante aspecto que tienen los roedores al parir, recuerdo que su escasa, casi nula, estructura ósea les permite ser viajeros subterráneos y poder pasar casi por cualquier mínimo de espacio. Mi padre, entre enfurecido y ejemplar, opta por matarla como demostrando su rango de capitán mayor, la persiguió con una determinación que parecía tratarse de comida en tiempos del homo erectus. La imagen martillada en mi memoria se encuentra asociada con la muerte de la supuesta rata-ardilla, el pie desnudo de mi padre parecía hundirse, como ser devorado por la inmensamente informe consistencia del animal, sendo pisotón que propició mi padre ante el frenético intento de huida de lo que a mí siempre me pareció un topo gigante, ante el fangoso pisotón de la sandalia que ya ni se podía ver, la cabeza del animal, quién sabe cómo, giró clamando venganza antes de la muerte, con un grito tan agudo que en esa misma pudo escupir unos dientecillos, igual de agudos, que terminaron incrustados en el dedo gordo del pie de mi padre. El topo gigante, con sus características particulares, murió a grito de su venganza y mi padre lo inyectaron en una clínica.

Para los topos gigantes, música para quedar ciego. Música que hace rizomas.

“Las personas a las que yo pertenezco, las que incluso encuentran repulsivo un topo corriente, hubieran muerto con seguridad de repugnancia si hubieran visto el gigantesco topo que hace algunos años fue visto en las cercanías de un pequeño pueblo, que adquirió pronto efímera fama.” Franz Kafka, El maestro del pueblo (El topo gigante), 1914.

Un saludo.

O SFa

martes, 23 de marzo de 2010

John Coxon, Wadada Leo Smith – Brooklyn Duos

John Coxon, Wadada Leo Smith – Brooklyn Duos (2007)

Las aves necesitan volar, lo necesitan aunque no todas puedan, entre otras cosas, porque su ritmo cardiaco así se los impone, su sangre caliente es prueba de los impulsos nerviosos de los que Alfred Hitchcock supo inspirarse a partir de estas mismas características avícolas.

Podemos, por ejemplo, dar cuerda al mundo montados sobre un pájaro, por involucrar a Haruki Murakami.

En el más hondo trompeteo de Wadada podemos sentir cómo el aire se desliza por una multiplicidad de alas que se resuelven como fotogramas, nunca con suavidad, es un acto violento como los pájaros de Hitchcock; en Coxon encontramos la precisión de las garras y la finura de un pico, que bien sabe que su presa ha de ser finalizada en el aire.

Escuchar que los pájaros ”más valen cientos volando que uno en la mano”

Música "para los pájaros" como el libro de Cage.

¿Volar? quién no lo necesita…

Un saludo.

O SFa

domingo, 7 de marzo de 2010

Houtkamp's POW 3 - The Thirteen Bar Blues

Houtkamp's POW 3 - The Thirteen Bar Blues (2003)

Luc Houtkamp

Hace poco, hurgando en la Biblia encontré lo siguiente: "Mas el perverso de corazón será menospreciado (...) Y el hombre perverso será aborrecido." Proverbios, Capítulo 12-14.

Quisiera escribir sin hablar; poder callar todo aquello de “perberso” (sic.) que pudiera haber en lo que impulsa el sonar de la palabra, esa palabra que ha de carcomer en lo más hondo, pero, no puedo, tan no puedo que me cago en Dios al intentarlo.

Esperen…

Voy por alcohol.

Seguimos…

El gran perverso ha de ser autodidacta de nacimiento, ha de pertenecer a nuestra comunidad oculta conocida como “los nohagonadenses”, comunidad que ha surgido para ser “aborrecida” como dice la sagrada escritura.

Seguro de que este trabajo sería digno de ser escuchado por Bruce Sterling o William Gibson, Es un Acid Laptop Blues, como surgido del mismo Albert Hoffman inventor del LCD o de un consumidor frecuente de hongos alucinógenos, aun que, más preciso el LCD, ya que es producto ligado a la síntesis tecnológica, al igual que lo propone Luc Houtkamp al utilizar el ordenador como parte conceptual y técnica en su propuesta artística; como si las composiciones ejecutadas por su saxofón vomitaran unos y ceros, 1100010001

110010000010101010110010010

0011001010000000100100010

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1000100011110111000011110100100110010

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01000000110011,eros, unos y ceros, un sistema binario sensible.

Disco que desde Hakim Bey hasta Jacques Attali y pasando por Tommaso Tosí descargarían sin dudarlo, toda la generación cyberpunk y hacker ha de involucrarse con esto.

Algo que en Internet no se puede encontrar ni ver, es como un virus, más “perverso” que malicioso, se desdobla cual cadena de ADN subrepticiamente, sólo su accionar y la repercusión del mismo ha de ser percibida, creador potencial de la Zona Temporalmente Autónoma (TAZ).

Música Neo-Anarquista para tolerar el Apocalipsis (inédita en la red):

“I wouldn't describe that "position" as "parasitic." I'd describe that experience as "edifying." I don't merely write from a critical intellectual distance. I actually live around here.” Bruce Sterling

Un saludo, O SFa.