martes, 14 de agosto de 2007

"Escupiré sobre vuestras tumbas" (Boris Vian)

Antes debo de agradecer a todos los blogs de los que me he saciado de info hasta el derretir de mis párpados, es decir, hasta lo profundo de mi insomnio: gracias por hacer de mis madrugadas viajes preconscientes en el inframundo.

La verdad es que lo del blog lo había dudado mucho, pero más que hacerlo por lucidez o moda lo hago por puro agradecimiento, digamos por ser correspondido.

Y sí, la verdad es que tengo muchas ganas de compartir lo que ya no hemos de llamar "mis discos o mis libros o mis...", aquí probablemente por la falta del cuerpo se termina ese ego de la propiedad y esa envidia de la posesión.

Espero puedan encontrar buena información así como mucho material para desquiciarse unos metros sobre la tierra.



Ahora sí: "Escupiré sobre vuestras tumbas" (Boris Vian)

3 comentarios:

Georgina Becerril dijo...

compartir más de lo que está ahi, en ese punto ciego donde descubrimos más que un secreto, un suspiro, una mirada, un beso.

Ahora sólo quiero dormir para tenerte adentro, si, ahi mismo, aqui, allá...

ATTE PATITA

Anónimo dijo...

No sabía donde colocar este comentario, pero creí que el mejor lugar sería éste.Y ahora después de darle unas cuantas vueltas sólo me queda decir que sin duda tu blog es nutritivo y desquiciante.

Se cuelan tus pasatiempos en mi mente y la música me guía por las frases abstractas de ese, tu caótico y peculiar andar.

Anónimo dijo...

Vaya una vez más no sé donde poner el comentario. Es más ni siquiera sabía si debía escribirlo o no, pero no importó; debes saber que tu blog me permitió acercarme a cosas diferentes y por ende a indagar un poco por aquí y por todos lados , lanzándome de un blog a otro, descubriendo nuevos modos de disfrutar.

Y entonces hace un rato andaba escuchando música y así como así comencé a escribir:

Y es que resulta increíble como la magia fluye cuando las notas se apoderan de mi cabeza, es desquiciante como mi cuerpo se estremece con cada alto y bajo, y se desprenden los segundos de las horas, se paraliza la habitación y solo existo yo y mi silencio; por dentro bailo, como si un torbellino se hubiese apoderado de mi alma, ahora todo pasa más tranquilo como si las sirenas en mi corazón no hicieran más que hechizarme con lo puro de su canto, y presiento que es; que pertenece ya a mi lista de maravillosas sensaciones, donde no soy más que un ente; sin manos , sin piernas, un ente que al chocar con la realidad se hace evanescente.

Bueno sólo me queda agradecer una vez más.

Un beso.