Recuerdo, hace unas semanas un documental, que vi en mis horas de insomnio, en la Televisión, nótese que la Televisión y el recuerdo son cosas que caminan en sentidos casi opuestos, ¿o no? El documental abordaba una serie de experimentos sobre la memoria a corto plazo, comparando la capacidad para recordar almacenando información de unos chimpancés frente a la de unos humanos, después de la prueba se comprobó que los chimpancés poseen mejor memoria a corto plazo que los humanos.
Ante esto los investigadores señalaban que esto probablemente se debiera a que en los procesos de aprendizaje del ser humano, entre estos procesos los del lenguaje y la escritura, se contempla la transmisión de la memoria a partir de estos mismos, sustituyendo la necesidad de cargar con información que puede ser transmitida bajo estos procesos epistemológicos.
Así, en la era postecnológica, pareciera que los ordenadores vienen a reforzar esta teoría, tanto en su capacidad de almacenamiento de la información como en su procesamiento, información que ha de estar disponible para ampliar la memoria y utilizarla, pero esto plantea más conflictos que soluciones, dado que entre un mar de información en tanto que información, da lo mismo consultar algo a no consultar nada, el sistema se sobresatura al menos para nuestra limitada capacidad de procesamiento, de allí uno de los éxitos del buscador Google, quién es el que localiza e inmediatiza la información dentro de este mar global, también es cierta forma la monopoliza.
Otro problema llegará entonces cuando al sumar todos los gadgets postecnológicos, el celular, los i-pods, las laptops, en general lo que se refiera a los ordenadores y que van en incremento, se reduzca aún más nuestra memoria a corto plazo, que supongo es el tipo de memoria que se localiza en el plano más consciente, en fin. ¿Quién nos dirá qué es lo que debemos recordar, qué herramienta nos hará el recuerdo de lo que deseamos recordar? ¿Cuál será nuestra memoria del olvido, dado que el olvido juega aquí un papel sustancial?
Por más que los ordenadores se optimicen y se conviertan en auténticos monstruos informáticos siempre va a existir ese limitante humano que los mismos ordenadores ya contemplan, o no me digan que nunca les ha enviado su propio ordenador el mensaje de “Está seguro que desea eliminar el ítem…” “Esta acción no puede deshacerse” menudos ordenadores que contemplan la pendejez humana.
Escucha un trabajo que parte del ordenador como brillantez humana.
“Time moves in one direction, memory in another.” William Gibson
Un saludo, O SFa